Aprendiendo
La forma más fácil de aprender la respiración ujjayi es:
Abriendo la boca y respirando por la boca como si estuviéramos tratando de empañar un espejo frente a nosotros, respirando así escuchamos el sonido en la parte trasera de la garganta
Relajando el cuello, aflojando la mandíbula y la boca y respirando de esta forma varias veces hasta que sentimos que la respiración fluye suavemente.
Juntando los labios ligeramente:
Continuamos respirando sin sobresaltos por la nariz mientras escuchamos el sonido de nuestra respiración verificando que no estamos creando ninguna tensión en la cara, el cuello o la garganta.
Movimiento y sonido
Al empezar a practicar la respiración ujjayi, es posible que tengamos una tendencia a hacer el sonido más fuerte de lo necesario. Si tenemos en cuenta que estamos usando el sonido para concentrarnos y para observar nuestra respiración, entonces es claro que el sonido no debe ser fuerte, sino que simplemente debemos poder oírlo. A medida que nos familiarizamos con este tipo de respiración podemos dejar que la respiración ujjayi se convierta en el eje central de nuestra practica de posturas de Yoga (asanas). Dicho de otra forma, anclamos nuestra práctica en la integridad de nuestra respiración, poniendo siempre atención a la calidad de cada inhalación y cada exhalación. Cuando el flujo de la respiración esta firmemente establecido podemos escoger que sea la respiración la que inicia cada movimiento y así sincronizamos de manera optima nuestros movimientos físicos con los movimientos de nuestra respiración. En síntesis, si no escuchamos el movimiento de nuestra respiración no debe haber movimiento físico.
Ventajas de la respiración ujjayi
Usar la respiración ujjayi en nuestra practica de asanas tiene numerosos beneficios:
- Enfoca nuestra atención en el momento presente
- Ayuda a verificar que nuestra respiración es fluida y continua
- Al restringir el paso de aire, fortalece los pulmones
- Incrementa gradualmente la capacidad de nuestros pulmones
- Fortalece los músculos abdominales
- Ayuda a mejorar la concentración
- Da una calidad de meditación a nuestra práctica
Como en los demás aspectos de la práctica del Yoga, no hay necesidad de forzar la respiración cuando hacemos ujjayi. Es más, la respiración ujjayi siempre debe ser íntegra, es decir, no debe ser forzada, tensa, y tampoco debe desplomarse. Por el contrario, nuestra respiración ujjayi se debe sentir cómoda y sin sobresaltos durante toda la práctica. Usar la respiración ujjayi desarrolla nuestra atención y sensibilidad a las cualidades de la respiración y por tanto promueve nuestra atención y sensibilidad en otros aspectos de nuestra práctica de Yoga. Además, al mejorar la calidad de nuestra atención nos muestra con mayor claridad nuestros estados físicos, mentales y emocionales. Por consiguiente, podemos ajustar nuestra respiración de la manera más apropiada a nuestras necesidades y circunstancias, tanto en nuestra práctica de Yoga como en nuestra vida cotidiana.
Disfruta el sonido del mar en tu garganta la próxima vez que practiques Yoga.
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