De
acuerdo con el texto sagrado del Bhagavad
Gita (que
constituye un capítulo del poema épico del Mahabharata,
en el cual el dios Krishna
imparte
las enseñanzas del yoga a Arjuna, la víspera de una batalla entre
parientes), existen cuatro caminos para alcanzar ese estado de unión
con lo divino, que es el último y primordial significado de “yoga”.
Aunque
estas sendas pueden tener ciertas prácticas específicas, no existe
una delimitación totalmente estricta entre ellas (se solapan y
complementan).
Tampoco
obedecen a principios filosóficos o espirituales independientes,
pues todos se mencionan por igual en el Bhagavad
Gita (si
bien una lectura minuciosa nos daría indicios de que el karma yoga y
el bhakti
yoga
son
favorecidos), que viene de la sabiduría de los Vedas y es la
referencia principal en la filosofía yóguica. Por lo tanto, estos
caminos son el corazón de la más antigua tradición y anteceden a
las adaptaciones posteriores.
El
Bhagavad
Gita. sostiene:
“Algunos encuentran el ser verdadero a través de la meditación
(Raja yoga), otros a través del camino del conocimiento (Jñana
yoga), y otros incluso con el Karma yoga (el camino del servicio
desinteresado). Pero hay otros que no conocen ninguno de estos
caminos. Sin embargo, si ellos escuchan acerca de la realización
espiritual de otros y son llevados hacia la adoración con verdadera
devoción (Bhakti yoga), ellos también alcanzan la inmortalidad”.
Todos son caminos que practicados con verdadera entrega, según la
tradición filosófica india, se llega a Dios, a la iluminación o a
la conciencia pura.
Cada
uno de los cuatro caminos lleva al mismo objetivo de sublimación del
ego y de rendición a Dios y obedece a la misma tradición yóguica,
originada en los Vedas. Y aunque Bhakti yoga
en su aspecto ritualístico parece ser el camino más practicado
durante siglos y aún hoy en la India, (podríamos decir que en el
Bhagavad Gita se refiere a la realización de los otros caminos, pues
Krishna afirma que el más importante objetivo para llegar a dios es
el amor, y la mejor manera para reencontrarse con el amor es el
servicio devocional), representan un conjunto de alternativas
igualmente validadas por la filosofía del yoga.
Bhakti
yoga:
Este
es el yoga de la devoción. Es un camino atractivo para aquellas
personas amorosas y emocionales, pues consiste principalmente en
entregarse a dios a través de cantos,
oraciones y rituales. Cree en el amor como la manera de llegar a
dios, pues ve en dios una personificación del amor. Para quienes no
se sienten identificados con las imágenes religiosas hindúes o con
los gurús a los que se invoca en las escuelas clásicas, esta
devoción puede ser dirigida hacia otras manifestaciones de la
divinidad según sus creencias, o simplemente hacia los demás, la
naturaleza, el entorno o hacia la vida. Bhakti yoga puede ser
practicado a través del Raja o Karma yoga.
Karma
yoga:
Aunque
puede tener otras connotaciones en la tradición hindú (se relaciona
también con una ley de acción y reacción y con el ciclo de
reencarnación y muerte), la palabra karma
en
sánscrito puede interpretarse en este caso simplemente como
“acción”. En este sentido, este camino de yoga es adecuado para
las personas de espíritu dinámico, extrovertido o sociable. El
Karma yoga es el yoga del trabajo desinteresado; aquel que se lleva a
cabo sin importar la recompensa o la retribución. Es uno de los
caminos del yoga porque el desprendimiento de la ganancia, y la
entrega del tiempo, las habilidades y el esfuerzo de las acciones a
dios es una manera de ir más allá del ego.
Raja
Yoga:
Este
camino implica el control de la mente y el cuerpo, canalizando
nuestras energías físicas y sutiles (prana) en energía espiritual.
También traducido “el yoga real”, se basa en los principios del
yoga descritos en losYoga
Sutras
de
Patanjali. Este sistema tradicional de yoga es también conocido como
Ashtanga yoga, porque comprende realmente ocho pasos para facilitar
la meditación y alcanzar la unión con dios.
Las
técnicas más conocidas son la meditación y las posturas; sin
embargo éstos son sólo dos de los pasos de este sistema más
complejo, que abarca la manera como nos relacionamos con el mundo,
como vivimos, además de otra serie de prácticas como el pranayama,
el recogimiento de los sentidos y la concentración. Las
asanas (posturas),
que es la práctica que se conoce mundialmente como “yoga” es una
parte de un método comprensivo y tradicional para la realización
espiritual.
Jñana
Yoga:
Este
es el camino de la unión con dios a través del conocimiento, así
que es apropiado para quienes tienen una naturaleza intelectual. Se
dice que esta aproximación intelectual a la filosofía del yoga es
la más difícil porque requiere disciplina y entendimiento, además
de la práctica simultánea con las otras sendas del yoga: el trabajo
desinteresado, la fortaleza de la mente y el cuerpo, así como el
amor hacia dios. De otra forma, sería no una práctica espiritual
sino teórica y que no pasaría de un plano intelectual.
El
conocimiento es yoga en este caso cuando se emplea para llegar a la
sabiduría. La tradición filosófica del Vedanta
es
una herramienta para utilizar la mente como camino para comprender y
superar las limitaciones de la misma; de esta forma, el yogui
comprende la única realidad y su unión con el todo y llega a la
conciencia.
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