El canto de los mantras

       Los Mantras son vibraciones que la mística lengua sánskrita el devanagari o lenguaje divino, surgido a partir de la escritura siddham. La repetición, canto o recitado de éstos sonidos, le brindan un reposo a la mente, logrando un estado de concentración, calma, repliegue de los sentidos, lo cual es más fácil para llegar a ese estado de meditación. Al enfoncar la meditación sobre un objeto, en éste caso el sonido del mantra, se van calmando las fluctuaciones de la mente y entra en un estado de reposo, favoreciendo la experiencia meditativa. A la vez, con la emisión del sonido se produce un trabajo de reeducación respiratoria y con la práctica logramos manejar correctamente nuestra respiración. La fuerza vibratoria del mantra, tiene como objetivo hacer transcender la mente y los sonidos, liberar las emociones y así concentrarnos con el plano espiritual.

       Los Mantras utilizan un canal subliminal con intenciones benéficas, no es necesario intelectualizar el significado o simbología del signficado para que ejerza sus efectos sobre nosotros. El ritmo sonoro funcionará el plano inconsciente y acabará por saturar los pensamientos conscientes, y a su vez, afectará a sus ritmos. De hecho la parte de la magia de los mantras consiste en que se debe pensar en sus efectos, sobre el sentido, ni si quiera el verdadero se debe pronunciar, pues sólo transcendemos los aspectos fragmentarios de la mente consciente y percibiremos su unidad subyacente. La repetición consciente utiliza el sonido como vehículo que nos conecta con los chakras superioes del exterior del cuerpo, porque no hay manera de acceder a ellos de manera lógica. El sónido lleva una cierta frecuencia y el cuerpo la reconoce. A lo largo de la repetición del mantra la información que contiene el mismo se desvanece solamente quedando el efecto sonoro y tranquilizador en nuestra mente.

      No hay que pensar activamente en el significado gramatical del mantra ( si es que lo tiene). Si se conoce el significado de algunas de las palabras, es posible que nos remita a ciertas ideas. Esas asociaciones tendrán un efecto en nuestra mente y su sentido se irá haciendo cada vez más profundo en nuestro ser, conforme lo exploremos en nuestra práctica.

       En el canto de los armónicos, es una terapia-musical que combina el uso de la voz con un trabajo orientado hacia la atenta escucha. Mediante ésta técnica los armónicos vocales se convierten es graves y agudos, que se perciben por encima de la nota cantada, generando así dos claros sonidos simultáneos, la voz y el armónico.

        Por otra parte, se complementa con el trabajo vocal, en donde se intenta desarrollar el aspecto expresivo y de afinación junto a la comodidad necesaria para la posterior invitación de los armónicos. Por ejemplo, la imagen del arbol y su raiz es el lugar más cómodo de la voz cantada, cuánta más raíz o tono cómodo tenga éste arbol más alto y pleno puede crecer.

        A traves de éste ejemplo recordamos que el canto de los mantras nos un fin en sí mismos, significa que para invitarlos al plano audible tenemos necesariamente que trabajar con una escucha atenta teniendo siempre en cuenta el cultivo y cuidado de la voz.

         La cualidad de ésta práctica reside en la posibilidad de transcender límites a traves del trabajo grupal y de cierto trabajo en meditación cantada.

         En dónde por lo general, lo púramente racional se va diluyendo para dar paso al conocimiento interino de nuestra propia armonía.

         Beneficios que se pueden apreciar a través de la práctica contínua de el canto de los mantras:

• Expansión de la capacidad respiratoria.
• Mayor conocimiento de la voz propia.
• Ampliación de la escucha profunda.
• Mayor manejo de la afinación.
• Desarrollo de la intuición.
• Aumento de la percepción.
• Desarrollo de la expresión vocal.
• Integración hacia el trabajo grupal.
• Vivencia del aspecto meditativo del sonido.

Mantras básicos para principiantes

En la exhalación : Om Shaaanti Shaaaanti Shaaanti Om.

En la exhalación: Om mani padme hum. ( el mantra de la joya del loto del budismo).